El uso principal de la soldadura por puntos de resistencia es unir láminas de metal superpuestas cuando la unión no tiene que ser hermética a los gases o líquidos.
La fabricación mediante este proceso es económica y rápida ya que no se requieren sujetadores separados.
Aunque la producción comercial de conjuntos se limita generalmente a espesores de hoja de hasta aproximadamente 0,125 pulgadas, se pueden unir placas de hasta 0,25 pulgadas o más.
La soldadura por puntos se utiliza para la fabricación de muchos productos de chapa metálica, como electrodomésticos, carrocerías de automóviles, cerramientos y muebles. El proceso se puede automatizar fácilmente y una variedad de máquinas de soldadura por resistencia están disponibles de varias fuentes. La mayoría de los metales se pueden soldar por resistencia si se utiliza el equipo requerido y se siguen los programas de soldadura adecuados.