La soldadura por resistencia implica aplicar presión y corriente eléctrica a las piezas a unir, generando calor en la zona de contacto. Los electrodos son los componentes que transfieren la corriente eléctrica a través de las piezas, creando resistencia y calor que funde parcialmente las superficies a unir.
El electrodo roscado proporciona varias ventajas:
- Fijación ajustable: La rosca permite ajustar la altura del electrodo, lo que es útil para adaptarse a diferentes grosores de material y geometrías de piezas.
- Facilidad de reemplazo: Al estar roscado, el electrodo puede retirarse y reemplazarse con relativa facilidad, lo que facilita el mantenimiento y la sustitución cuando sea necesario.
- Estabilidad: La rosca garantiza una fijación segura del electrodo en el portaelectrodos, lo que proporciona estabilidad durante el proceso de soldadura y ayuda a mantener un contacto consistente entre el electrodo y la pieza.